miércoles, febrero 20, 2008

Heart of gold


Anoche revolviendo entre el monumental desorden de cables, libros y bolsas de cacharros que se apilan en mi casa, descubrí un dvd sin carátula y ninguna identificación posible. Lo puse en el reproductor y cual fue mi sorpresa al descubrir el fantástico documental-concierto que Jonathan Demme hizo en el 2006 de la presentación del Prairie wind de Neil Young.

A mi me encanta el disco y me encanta este tío, que despues de haber tenido una grave enfermedad cerebral, demuestra lo que es, ha sido y será.

Temazos hechos con una sensibilidad increible y un sonido fantástico. Las acústicas suenan como deben sonar, con un micro delante (qué pocas veces se ve sonorizar asi a una acústica en nuestro país, salvo los guitarristas de flamenco, nadie toca con un micro en directo).
No se los años que tiene Neil Young y poco me importa. Ni los que tiene Dylan, ni Van Morrison, ni Keith Richards, ni los grandes bluesmen, ni Garth Hudson de the Band, ni Levon Helm.

Pero me gustaría que mis sobrinos o incluso mis alumnos, se pasasen de vez en cuando por la red para saber algo de esta gente que les ha abierto camino. Y no hablemos del respeto que deberíamos tener por los que hicieron lo mismo en un pais de dificultades extremas en esto del rocanrol. Ahi estan los Bravos, Brincos, Lone Star, Mustangs, Salvajes, o los Burning, Rosendo, Miguel Ríos.... O todos esos grupos de los 70, 80 y 90. ¿Cuántos de ellos han seguido tocando a la edad de Neil Young o Dylan? ¿A cuántos se les pertmitirá seguir haciéndolo?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ya era hora de que volvieras a escribir.
Neil Young es muy muy grande.

Nacholat dijo...

Yo disfruté hace poco de ese dvd. Grandioso. Me lo había dejado nuestro común amigo red river.

Lo único malo fue que lo hice un sábado por la noche, dejando en la estacada a mi amigo atikus con el que había quedado para bajar al honky a ver a unos tal greenwich village.

habrá más sábados! lo prometo.

Juanma dijo...

Una noche viendo a Neil Young es una eximente.