domingo, febrero 04, 2007



¿A que a veces te gustaría saber menos de lo que sabes? ¿Eh? y te encantaría que todo lo que intuyes o presientes no se cumpla matemáticamente, ¿A que sí?
Te angustia mirar a los ojos a alguien cuando te está mintiendo y decirle "¡Déjalo, puedo ver que no es verdad!"
A que te alegra equivocarte de vez en cuando pero te duele comprobar que las cosas finalmente toman el camino de tu primera intuición.
A que a veces piensas que eres tú el que manipula el resultado de las cosas. El que hace que la gente acabe siendo como pensaste que era en el primer vistazo. Tal vez.
No estaría mal poder controlar ese don, ¿A que no?. La angustia desaparecería.
A que a veces quieres creer con todas tus fuerzas lo que te están contando, confiar incondicionalmente, sobre todo en la gente a la que quieres. Estaría bien.
El conocimiento siempre supuso dolor y tu lo sabes. Y de qué manera.
Antes te hablé de un don. No es así, es mas bien una desgracia.
El juego consiste en olvidar, aunque sea superficialmente, una a una las cosas que te afectan. Es un camino tortuoso pero es el camino.
Entre imaginar y conocer hay una capa muy fina, como de humo, que aprendimos a burlar con soltura. Al principio no era mas que un entretenimiento, un pasatiempo divertido.
¿Te arrepientes ahora ?. Tal vez aún no eres consciente de que me otorgaste tus voluntades. Algo distinto a lo que estabas acostumbrado. Pero aquí estoy yo para abrirte los ojos.
Hubo una vez en la que deseaste algo con todas las fuerzas de las que eras capaz. ¿Lo recuerdas? Ese fué el principio.
Ya sé que eras muy joven. Que no es muy justo tomar en serio la imaginación o la ensoñación de un adolescente. Pero esto es lo que hay, lo siento amigo.
Ya veo que no te acuerdas de mi. Estuvimos en todos los momentos clave de tu vida.
Recuerdas aquel compañero de colegio, ese que te molestaba tanto. Ese que estudiaba alemán contigo. ¿Cómo se llamaba?. Recuerdas que tuvo que dejar el colegio en segundo. Fuiste tu quien lo hiciste. Con una pequeña ayuda de tus nuevos amigos.
Y ¿Qué fue de aquel teniente? Ese hijo de puta que te tenía todo el tiempo de arresto en arresto. ¿A que ya no recuerdas por qué cambió de destino? Le enviaron lejos , eh, amigo.
Hablemos de tu mujer. ¿Cómo se fijó en tí? ¡Vaya braguetazo, diste!.
Pero no pongas esa cara. No vengo a por tu alma ni nada parecido, ja, ja. Las cosas no son así.
No se necesitan almas.
A demás, soy como tú. No me otorgues honores que no me corresponden. Estamos aquí por que nos has llamado nuevamente.
Lo fácil que sería dejarte llevar por la intuición. Das mucho trabajo, coleguita.
Tú tienes los resortes necesarios para solucionar uno a uno todos los problemas.
Pero sigues apegado a creencias absurdas que te ciegan.
¿Dios? ¿Qué Dios? recuerda a Nietzche.
Ya hace tiempo que jugamos nosotros.
No mires con cara de bobo. Tú eres igual.
Olvídate de lo aprendido, eran otros tiempos.
Como dijo un amiguete:
"Encantado de conocerte, espero que adivines mi nombre pero lo que te confunde es la naturaleza de mi juego".
Perdona, pero siempre fuí muy fan de los Stones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese coleguita.No se de quien hablas,pero eso del aleman me suena tambien.O tienes mucha memporia o pierdes aceite

Anónimo dijo...

Si colega,no te quedes tan alucinao.Las vueltas que da la vida eh?Sigo siendo del Aleti,claro.Por cierto,no marque ningun gol en aquel partido en "la sorda"En el deutche me largaron con 11 o 12 tacos,mi aleman no era lo suficientemente bueno.Me acuerdo del Robus,el conserje.Y de aquel pedazo muro negro como marmol,con 1 enorme peluco,que dividia el patio.Recuerdo el pedazo hostion que me di contra el,jugando al futbol con 1 dado de madera.Seguire leyendote,recuerdos.