viernes, octubre 20, 2006

De paso


Los trenes de medianoche están llenos de gente muerta. También los autobuses nocturnos y los taxis. Creo que los cines y los bares se llenan a menudo, pero yo ya no voy.
Las guitarras lloran notas humedas, como de pena. Con sabor a hierro y limón. Pero yo ya no toco la guitarra.
Los niños de mi barrio tienen los ojos opacos, muy abiertos pero opacos, yo adoraba a esos niños pero ahora me dan miedo.
Los amantes se siguen besando en los asientos de atrás de los vagones del metro. No saben que están soñando, creen que son felices. Yo ya no sueño. Ya no duermo.
Me gusta escuchar a Tom Waits. Es uno de los pocos que saben la verdad. Yo también la se, pero casi no me acuerdo. Un día vi como un niño de cuatro años le decía a su hermano de meses: -Dime cómo es Dios que se me está olvidando-. Me quedé hecho polvo, ...así que era eso. Pero yo ya no creo, porque ya casi no me acuerdo.
Las viviendas son nichos. Yo ahora vivo bajo un puente, es mas seguro. La pintura es un buen analgésico, igual que el mar o montar en moto. Pero casi nadie pinta.
No sonrío casi nunca. Tampoco estoy serio. De vez en cuando hay que recordar cómo se hacen las cosas mas sencillas.
Mi vecina va a tener una niña. Es lo mejor que va a ocurrir en el mundo en estos días. Llevo esperándolo desde antes de conocerla, pero nadie me cree. En el colegio soñaba con esa niña, incluso dibujaba su cara en los libros. Tambien jugaba al fútbol y aprendía cosas que no me sirvieron de mucho, salvo para tener cierta cultura general. También era un buen portero, pero me gustaba jugar de líbero. Así se decía antes. Yo jugaba bonito, como Redondo, pero no era tan bueno. Raul juega feo. Nunca me gustó. Yo soy del atleti, pero de momento no tengo nada que decir al respecto.
Las carreteras son cada vez mas feas. Todas iguales, sin personalidad. Me gusta viajar en moto, pero ya no tengo moto.
Los policías de tráfico son como electrodomésticos y los municipales son los peores. Puedo tener una conversación mas inteligente con mi lavadora que con cualquier cretino uniformado.
A veces la lluvia se queda parada. Las gotas no se mueven del sitio. La gente no lo nota porque la gente va muy deprisa. Sólo los vagabundos y los gatos se dan cuenta. Ni siquiera los perros lo saben. Los gatos beben agua de lluvia, porque es fácil. Yo también lo hago. Cuando duermo estoy muerto. Al despertar nazco y estan traumático como en un parto. Prefiero dormir.
Odio lo de vivir deprisa. Prefiero vivir lento y morir deprisa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Noche fría y lluviosa en Bogotá (siempre de paso) y me encuentro con esta sorpresa.
Llena de guitarras y letras.

Un gustazo bucear por aquí.
Gracias.

Anónimo dijo...

Ese Juanma,soy Guille (again)Me estoy comiendo la cabeza continuamente cuando leo alguna de tus historias.Hablas de aleman,conho estuviste en el Deutche,al lao del parque Berlin?Sobre todo es el apellido lo que mas me alucina cuanto mas leo(aunque solo vi mi peta en el furgol ese en la "sorda"eh?)Tampoco tengo tiempo ni gana de leer todo asi,del tiron.Burkholz,hostias a mi me gustaba jugar de delantero centro,de 9.Por supuesto del Aleti