martes, octubre 31, 2006

Cuando Jota encontro a Ana



Fué una Semana Santa de los primeros ochenta. Jota había quedado con Manu y Alex en la Vía Láctea. Madrid estaba vacío. Hacía buen tiempo y la gente había escapado del centro a las playas, montañas o casas de campo. Jota bajó en la estación de Bilbao y salió por el Café Comercial. Caminó por Fuencarral hasta la calle Velarde y bajó dando traspiés por la acera ligeramente inclinada.
El bar Velarde estaba casi vacío, entró y pidió un sol y sombra con hielo. Manu llegó con Alex unos minutos después. Se sentaron en una mesa baja. - Qué coñazo, no hay ni Dios. - Nos podemos coger un buen moco y mantenerlo los cuatro días.
-Yo paso. La última vez me agobié muchisimo.
- Tío, podíamos ir a una procesión.
- Tú estás colgado.
El bar Velarde estaba justo en frente de la Vía. Ellos le llamaban el Marcelino, debia ser el nombre del camarero.
- ¿Entramos en la Vía?
- No hay nadie.
-¿Por qué no nos pasamos primero por el Penta?
- Vale, nos bebemos ésto y nos vamos.
- Yo voy ahora, voy a intentar un tema.
Jota y Manu salieron. En la calle de la Palma, estaba el Pentagrama. Hacía esquinazo. Una fachada algo destartalada pintada de azul con una puerta grande en tonos marfil.
Se acercaron a saludar al pincha y se sentaron en una de las mesas con taburetes alrededor. Uno de los camareros de lazo en el cuello se les acercó. Cerveza para todos.
Elvis Costello no quería ir a Chelsea y lo gritaba por los bafles del techo.
Había muy poca gente. Dos parejas en las mesas de las ventanas se morreaban con dedicación. Manu se fijó en dos chicas que se sentaban junto a la chimenea al lado izquierdo de la cabina del pincha. Una morena y una rubia, como en la zarzuela. La morena era menudita, pelo a lo paje recogido por una diadema de un verde imposible. La otra era rubia de larga melena suelta. Las dos vestían como salidas de dos décadas atrás. Con sendas minifaldas y leotardos de colores. Manu le hizo una seña a Jota.
- No están mal, ¡eh!
Jota miró hacia la mesa mientras bebía su mahou directamente de la botella.
- Buah.-
¿Buah qué? tío están bastante bien, y a demás no paran de mirar.
Alex entró en el Penta.
- Que, ¿Has triunfado?-
-Mira.- Alejo puso en la mano de Jota un pequeño papel de unos cinco milimetros con un gato negro dibujado en el centro.
- Yo paso.
- Si nos tomamos un cuartito no pasa nada. Algo habrá que hacer ¿no? sino que coñazo de vacaciones.
- Eres un vicioso.-
Se rieron porque estaba sonando precisamente “vicious” de Lou Reed. Alex miró a las chicas de la chimenea.
- Conozco a la morena. Su hermano está conmigo en la facultad.
- De puta madre-. Alejo se acercó a saludar y regresó con las chicas que traían sus copas en la mano.
- Ana, Raquel....Manu y Jota. -
Se saludaron con dos besos cada uno y las chicas se sentaron con ellos.
- ¿qué es esto? -
preguntó Jota a Manu, refiriéndose a la canción que estaba sonando en ese instante.
- No sé.
- Back of my hand, son los Jags. - Me encantan. Contestó Ana, la rubia. Jota sonrío.
- ¡Qué control!, me gusta esa canción.
Manu hablaba con Raquel y Alex estaba de pie en la cabina mirando singles y haciendo peticiones. Jota y Ana hablaban de música entusiasmados. Ana le contó que había pasado un año en Inglaterra y los conciertos que había visto. Jota estaba realmente impresionado. Una chica realmente mona, y a demás con un gusto musical envidiable. Hacían comentarios de cada canción que sonaba y jugaban a adivinar que era lo que iban a poner y se reían abiertamente. Manu y Raquel se hablaban practicamente al oido. -¿Nos vamos a Rockola? - Vale. Alejo se quedó. Manu, Jota y las chicas cogieron un taxi en Tribunal. Manu se sentó delante. Detrás Raquel, Ana y a su lado Jota.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ver esa fachada del penta de siempre...
Los taburetes desde donde no dejábamos de mirara a dos chicas en la mesa de enfrente... (todos teníamos dos chicas...)
Entrar al Velarde y beber una Mahou meintras el Turmix daba cuenta de unos callos...
Y cerquita de Rockola, donde bebíamos las jarras antes de entrar... (de aquel no recuerdo el nombre).

Cada Jota conoció su Ana.
Aunque cada historia es especial.

Ese es el encanto de pasar por aquí.

Anónimo dijo...

Que recuerdos. El Penta, la vía....
Un placer haber conocido este blog.

Anónimo dijo...

Ana no va a decir nada...?