El próximo jueves me vuelvo a subir a un escenario con mis amigos. No es algo inusual. Lo hago muy a menudo, pero esta vez tiene un tinte especial. Celebramos algo. Un puñado de años pasándolo bien haciendo música, cosa que no es baladí.
Desde que la industria y yo decidimos darnos una mutua patada en el culo encontré mi sitio con una guitarra colgada, mi sitio natural. Un lugar que no está en despachos ni oficinas ni siquiera en grandes escenarios, ni en preocupaciones a la hora de elegir este o aquel single,ni en dilucidar quien tiene mas o menos porcentaje en la composición de una canción. No.
Está en un local de ensayo, en una casa, en un bar, en una furgoneta, viendo un partido.....pero rodeado de amigos a los que nos une una misma forma de entender la música y la vida.
En el Galileo el día once, celebramos años de diversión tocando canciones que nos han movido a dedicarnos a ésto y a demas de la banda se nos unen mas amigos que han dejado de lado, en algunos casos, asuntos importantes para estar a nuestro lado.
A Manu, Jota y Ana les habría gustado estar allí. De algun modo van a estar los tres.