viernes, febrero 23, 2007

London Calling

Si de una cosa estoy totalmente seguro, y no son muchas, es que London Calling esta en el top ten de mis discos favoritos.
Los dos primeros me gustaron, pero nada para echar cohetes. Pero cuando puse por primera vez ese doble con Paul Simonon destrozando su bajo en la portada, me quedé alucinado.
Encerraban en dos discos, toda la liturgia de lo que yo entendía por rocanrol.
Era un doble LP donde cabía todo, pop, power pop, punk, soul, reggae, rocanrol clásico, americana....
Una pasada.
Lo mas curioso del tema es que unos cuantos años después, bastántes porque el grupo ya no existía, tuve ocasión de pasar unas fantásticas vacaciones de verano en un precioso pueblo de playas increibles. Y gracias a un desperado amigo conocí a dos de mis héroes del Rock, Joe Strummer y Paul Simonon, con los que compartimos muchas noches de conversación y días de tipicas vacaciones. Esto se repitió otras veces y en otros sitios. Unos tipos agradables, educados y muy artistas.
Han pasado miles de millones de años desde aquel día en el que puse por primera vez London Callin' en mi philips y joder!! aun sigo sintiendo las mismas ganas de coger una guitarra cuando escucho los primeros acordes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los hilos se tejen cercanos, para asombro o no tanto.
Mi viejo vinilo de London Calling suena de vez en cuando, pero esta misma semana me hice con unos mp3 de calidad, para que también suene cuando barrunto por la calle.

Y ayer, justo ayer, London llamaba mientras yo paseaba por un ventoso Bilbao.

470 dijo...

No es un mal disoc, aunque para mí va perdiendo fuellle conforme pasan los temas.

No soy músico, pero uno de los cds que me da más escalofríos es Robert Johnson: The Complete Recordings. Lo pones y te imaginas a Johnson en 1937 en aquella habitación de hotel en San Antonio donde grabó sus canciones, con la paleozoica tecnología de la época.

Anónimo dijo...

De acuerdo con Juanma y Red River, en desacuerdo con José.
He pensado muchas veces es que es de los pocos dobles donde no sobra ninguna canción (a mi sólo me "gusta menos" una) y -de hecho- la canción escondida (Train in vain/Stand by me) es bestial.
Tiene de todo y con todas las intensidades. Unas van superengrasadas, otras raspan, unas para saltar, otras para botar, todas buenas.

A lo mejor lo que nos pasa es que ya no podemos ver las cosas con diferente perspectiva que a la que nos obliga nuestra vivida historia.

Quizás para alguien que lo oiga de nuevas o lo conozca desde hace poco tiempo esté un poco superado (¿ein?) pero que bueno recordarlo en aquel momento. rock'n'roll